Mas ¡ay Señora!, que yo me veo oprimido por mis vicios, y cargado con mis culpas y pecados, y no puedo levantarme sin los poderosos auxilios de la divina Agudeza, y sin el atención de vuestro cariñoso socorro. De modo peculiar, le pedimos por los enfermos y los que sufren, https://soichiroq617izr7.bloggerchest.com/profile