Al tenerlo en sus brazos, María ve de cerca la gravedad y profundidad de todas las llagas y heridas de su hijo, reavivando el dolor. Este dolor final es la culminación del duelo de Nuestra Madre, y el libramiento de su dolor cerca de la resurrección prometida. Lógicamente que quien https://leanag283ypg9.wikihearsay.com/user